martes, 28 de mayo de 2013

Detrás de una taza de café

Rafael Durián
Crónica Ácida

Desde hace algún tiempo, el nuevo Café de la Parroquia, ubicado frente al parque Juárez, se ha apuntalado como el lugar perfecto de reunión, no tan solo familiar o para platicar, sino para hacer política.
Poco a poco, dicha cafetería ha hecho mermar las distintas ruedas de prensa antes celebradas en su antecesor café mejor conocido como “La Parroquia de Zaragoza”, a tal grado de lograr este martes, un confinamiento político/informativo que rebasa a sus vidrios de piso a techo y se extiende hasta las polémicas mesas ubicadas en los bajos del edificio Nachita.
Periodistas

El comensal que asiste temprano a la nueva parroquia, aparte de echarse un café imitación puerto y de disfrutar el atinado pulso del mesero al servir el lechero, puede codearse con los políticos, aspirantes a cargos populares, inconformes de la actividad gubernamental y de los partidos, y hasta enterarse de eventos culturales de primera mano y antes que nadie.
A los convidados parece no importarles el bullicio vertido por las entrevistas, las pláticas entre reporteros, las a veces ásperas declaraciones de actores que, frente a prensa, vierten su muchas veces no humilde opinión.
Hoy, por cerca de una hora, el café alojó de manera simultánea a Eduardo de la Torre, candidato a diputado del PAN por el distrito urbano de Xalapa; Alberto Meza Abud, candidato a diputado del AVE por el distrito rural de Xalapa; Abel Cuevas Melo, candidato del PAN a Alcalde de Xalapa, y Uriel Flores Aguayo, quien demostró su apoyo a Dulce Dauzón hace poco y al ver la enorme efervescencia electoral retenida en “La Parroquia”, bautizó como el corredor electoral a dicho lugar, agregando la frase: “hasta se antoja… entrarle.”
Estoy ultra-seguro de ganar.
De entre las múltiples declaraciones que se vertieron, lo rescatable es un Beto Meza quien se muestra confiado y favorecido por el aparente apoyo completo que le brindará el municipio de Banderilla a su fórmula;
Yo rezo por que le caiga un rayo al PRD rojo.
Un Uriel que le responde a Manuel Bernal: “Él no dice eso… sólo lee el boletín que le redacta el PRI”;

yo  le quiero dar "Candela" al proceso electoral.
Un Lalo de la Torre que con una actitud algo acartonada dice un discurso algo lejano al “vamos a darle en la Torre al PRI”
El Ave canta aunque la rama cruja
Y un Abel, quien después de invitar a todas las corrientes políticas a trabajar en conjunto, nos invitó a su arranque de campaña el primer minuto del día 30 de Mayo. Este último, con una mayor afluencia de medios de comunicación durante su entrevista y la presencia de jóvenes que solicitaron “entrarle a su proyecto”.
Cerco informativo

Por el café de la Parroquia ha desfilado toda clase de personas y personajes desde aquellos candidatos que se convirtieron en senadores, hasta los diputados que dejaron de serlo para continuar con su precipitada carrera política, “echarse un café “era el mejor pretexto para dar a conocer su punto de vista, sea cual fuere; fue, muchos creen, la estrategia que encumbró a un alterno como diputado federal y también la mejor receta para combatir el silencio del proselitismo, todo esto y seguramente más cosas se ocultan detrás de una taza de café en el centro.
En fin una ajetreada y muy política mañana en el café de la parroquia.

Viajero frecuente

Rafael Durián
Crónica Ácida

Uno de mis grandes amigos se llama Carlos. Somos amigos creo desde que nuestra colonia dejó de ser peligrosa después de una famosa razia que dejó vacía de jóvenes a la Progreso, posicionando a nosotros como la amenaza potencial de la zona.
Carlos, sin concluir su educación media superior, decidió un buen día ir al Distrito Federal del cual se enamoró, pero no lo suficiente… él no podía estar en algún lugar mucho tiempo.
Y fue justamente este defecto una virtud para conseguir un gran empleo. Ahora, por lo que me cuenta, se dedica a la capacitación de técnicos en el ramo de las telecomunicaciones.
Su trabajo lo obliga a cambiar de residencia en cuanto lo necesite la empresa, el mercado, el patrón o el mejor postor.
Según cuenta él, este empleo lo ha hecho acreedor a un gran reconocimiento a nivel nacional por su empresa, así como a gozar de algunos beneficios; sin embargo, el no echar raíces también le ha traído problemas, como el abandonar dos relaciones sentimentales con las que había planes de matrimonio; su ausencia en uno de los momentos más difíciles para su familia y todo esto debido a su empleo.
Él, en casa, no habla de su trabajo y muchas veces desea realizar cosas que a nosotros se nos hacen tediosas, pero que a él lo hace recordar aquellos momentos en donde era un xalapeño de tiempo completo.
Siempre que él regresa a su ciudad natal, llega lleno de maletas, a la casa de ustedes, con el fin de platicar las extrañas cosas que él vive en la extensa república a cambio de que lo ponga al tanto de los acontecimientos más relevantes hasta los chismes propios de nuestra calle.
Ayer llegó algo cambiado, se dirigió a mí antes de saludar a todos y la primera pregunta la aventó sin tapujos: ¿Qué pasó con los “tránsitos” que querían portar armas de fuego?
Tomándome un tiempo, le respondí: “las direcciones de tránsito que deseaban portar armas de fuego y también las que no lo deseaban, fueron absorbidas por la Secretaría de Seguridad Pública, quien se encargó posteriormente también de absorber las policías estatales de todo Veracruz, para conformar un mando único policial dentro de todo el estado… es también conocida como la nueva policía acreditable quien se capacita no tan solo física sino también intelectualmente… creo que para ser parte debes de tener un perfil de licenciado en ciertas áreas y cumplir con la capacitación propia de un SWATT al vapor”.
En fin… enumeré todas y cada una de las ventajas que recordé en aquella demostración en la graduación de la segunda generación de la nueva policía.
El viajero me dijo: “Hace más de un año, la anterior vez que vine, mientras mi hermano nos llevaba a darle de comer a los patos de Las Ánimas, un tránsito a la altura de la SEP (el todavía la pronuncia con la letra “P”), les marcó el alto desde el Tsuru patrulla que conducía. Le pidió que todos bajaran, su licencia, su tarjeta y que destapara el cofre. Después de revisar cada una de las cosas, rápidamente le dijo que no coincidía un número de serie y que se tendría que llevar su vehículo a Xalapa 2000, donde en ese tiempo andaba el corralón. Yo le hablé y soborné… nos dejó ir con quinientos pesos ¡ah! y nos dio de a gratis las dos claves del día siguiente. Recuerdo que el tipo reía con su boca ancha y agitaba su cabeza grande, era joven, más joven que nosotros, señaló.
Yo le dije que esos eran otros tiempos… que a todos nos tocó en igual o peor medida sufrir ese tiempo duro en donde se llenaban de relatos e historias todos los rincones de Xalapa. El viajero recuerda que su hermano le dijo: “te imaginas y todavía estos quieren andar armados…” frase que le duró hasta ayer, cuando de regresó a Xalapa, ahora por la entrada a Banderilla, se detuvo y ahora un flamante Suzuki con aspecto, dice él ,de Ángel Verde, se le acerca y después de anotar la placa le dice: ”buenas tardes” (dándole la mano) y solicitando sus documentos. Se los da a la par de que le pregunta: “¿hacia donde se dirige?” Responde hacia la colonia Progreso.
–Mira, aquí no te puedes estacionar, este lugar es para los traílers que no se vienen por la autopista, (tampoco sabía de la nueva autopista), pero te voy a echar la mano… conoces la tienda que está junto a la iglesia en la calle Chilpancingo… llégale allá y págale un cartón (de cheves) a la señora… dile que es para el oficial “Dani” o para mi compañero (cuyo apodo era de un animal que Carlos no recuerda)…
Al voltear a ver al compañero, la sorpresa no se hizo esperar, era el mismo tipo que hace más de un año lo despidió a él y a sus quinientos pesos, ambos luciendo bajo la llamativa chamarra equipo propio de un policía.
En ese momento, el Viajero no quiso averiguar más y en ese momento se dirigió al citado lugar a pagar su respectiva multa. Al llegar al expendio de cervezas la dependiente le dijo: “¿Quiéeen? ¿ Daniel? ¡ah! el oficial, mmm qué raro, si también vino ayer”.
En fin otra, historia digna de Ripley en Xalapa.
Hoy, antes de que se fuera Carlos, pasó a despedirse y acompañándolo a su auto, me preguntó: “¿oye y qué onda con el PRD en Veracruz?”
Le respondí: “ya será para la otra, ese tema necesita tiempo”.