Con el nivel de trabajo un poco escaso, salí a dar una vuelta, con la obligación de distraerme, de hacer a un lado la rutinaria mañana de salir dejar a los niños, de correr al trabajo y de paso pelearme con tanto idiota al volante encuentre, decidí abordar el transporte público, si ese medio de transporte donde converge esa mezcolanza de personas y personalidades características de una orbe dedicada al trabajo y al servicio como lo es Xalapa, coincidí en el Camión, con apresurados padres llevando a la escuela a niños somnolientos, con mujeres uniformadas dándose la manita de gato al compás de los arrancones y frenadas del bus, con jóvenes estudiantes que actualizaban su estado a través de sus smartphone´s, me baje por los Berros observando a varias personas correr con ropa deportiva, en mayor parte a mujeres, continúe hasta llegar al callejón de Jesús te Ampare, recuerdo que lo visitan, recuerdo que es un emblema de Xalapa, recuerdo que se llama así por una leyenda, misma que ya la sé gracias a Google, pero en fin lo más importante del paseo matutino lo encontré ahí, mi trabajo como reportero gráfico (fotógrafo), me ha llevado a conocer lugares diferentes en salidas programadas, retratar aspectos que hablen por si solos, trasladar al lector-observador al lugar en donde estoy y lograr que sienta lo que yo siento y que vea lo que yo veo, en el momento del click.
lo que encontré fue (para mí) una imagen poética que retuvo mi atención-sensibilidad por un breve tiempo y que la explicaré de la misma manera en que la hallé:
un pintoresco ser muerto
arrojado con despojos,
entre olores fétidos y malolientes
yo, lo miró con enojo,
estático lo veo de frente
sin forma de defenderse
de los ultrajes villanos
que le hizo la gente.
Jesús te ampare arriba,
abajo estas con basura
continuas en pie en la esquina
pero muerto en vida.
yo soy como la pared
observando tu agonía
e imprimiendo en el papel
esta fotografía.
el árbol muerto...
